¿Crecen los servicios educativos al mismo nivel que la densidad poblacional?

Desde hace algunos años vemos una clara tendencia a la densificación de las grandes ciudades a través de la construcción de vivienda vertical, misma que se ve impulsada por la demanda y las políticas de redensificación habitacional de los gobiernos de las urbes de mayor crecimiento en el país, especialmente de la CDMX.

En el caso de la CDMX, las razones fundamentales de esta tendencia se debe al crecimiento de la población, las oportunidades laborales que solo se encuentran en esta región del país, , la escasez de tierra para el desarrollo de vivienda horizontal y por lo mismo, el aumento del precio del suelo, insuficientes transportes y redes de movilidad pública y como resultado la gran demanda de la población por vivir en ellas en las zonas más céntricas posibles y, a pesar de los retos urbanos que esta densificación presenta, es una tendencia a nivel mundial que permite a los ciudadanos vivir cerca de sus fuentes laborales y contar con servicios educativos y públicos, sin tener que destinar varias horas de su día en traslados dando como resultado una mejor calidad de vida.

Ahora bien, desde el punto de vista educativo vale la pena preguntarse si la infraestructura pública y privada crece al mismo ritmo que la densidad poblacional en ciertas zonas de la ciudad, pues los mismos factores que promueven la construcción de grandes proyectos de vivienda vertical –escasez de suelo y aumento del precio por metro cuadrado del terreno–, pueden inhibir la creación de escuelas.

En este sentido, de acuerdo a cifras de la Secretaría de Educación Pública, en el ciclo escolar 2016-2017 se sumaron 168 escuelas frente al ciclo anterior, alcanzando una cifra de 9,894 escuelas registradas en la CDMX,  de las cuales 50% eran públicas y 50% privadas; no obstante, al comparar esta cifra con las escuelas registradas en la CDMX durante el ciclo 2014-2015 podremos ver que, en realidad, hubo una pérdida de 143 escuelas que no han vuelto a abrir, de las cuales el 99% eran públicas. Es decir, en tan solo dos ciclos escolares se pasó de  10,035 a 9,894 escuelas.

En la delegación Miguel Hidalgo, por ejemplo, que comprende colonias con una alta densidad poblacional, como Polanco, la Nuevo Polanco que abarca 17 colonias, las Lomas y la San Miguel Chapultepec, existen solamente 225 escuelas de educación básica. Santa Fe, por su parte, es una de las pocas zonas de la Ciudad de México con alto crecimiento poblacional en la que es posible observar nuevos planteles escolares.

Las consecuencias para las familias que habitan estas zonas empiezan a hacerse patentes, pues tienen que elegir escuelas más lejanas, lo que afecta la calidad de vida de los niños que deben invertir todos los días mayores tiempo de traslado y mayores gastos en transporte escolar, así como aumento de colegiaturas por la alta demanda.

La política de densificación de las ciudades debe estar acompañada de estrategias y planeación integral, como el cambio de usos de suelo, para incentivar la creación de escuelas y parques que permitan satisfacer la demanda de las zonas de alto crecimiento y para mejorar la movilidad y calidad de vida de la población.

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